En las distintas salidas de pesca
que realizamos al cabo de año, solo se cuenta y exhibimos las capturas en las
redes sociales, pero la pesca también existen los capotes (no hay
capturas) además de las picadas fallidas
o que terminan llevándose el señuelo en la boca.
No es lo más habitual, pero en
las condiciones a las que un se enfrenta el pescador según el escenario que
haya elegido y en el momento de picada sea complicado el varar esa captura, por
lo que la captura en la pesca en caso de picada no está asegurada al 100%.
El peso de la lubina y los cortes en la piedra, lapas mejillones hacen que ningún hilo o fluorocarbono que impida
su rotura, así es la pesca unas veces se gana y otras se pierde jajaja.
Os he resumido en este vídeo de pesca dicho ejemplo en las que se aprecian 3 picadas. Voy a tratar de
explicaros el motivo porque no he podido lograr exhibir ninguna fuera del agua
ante la cámara.
VIDEO
HD: Escenarios difíciles, roturas de hilos, nudos que no se revisan,
oleaje, corrientes etc, son motivos para perder cualquier captura. La
dificultad de este tipo de pesca es la que engancha a cualquier pescador a
practicar el spinning.
En la primera picada realizo un
gran lance y después de muchas vueltas de manivela, no que nunca se espera
cerca de la costa, es lo que se produjo
“la picada” por cierto brutal. Posiblemente fuese un robalo porque lo he visto
fuera del agua golpeando la superficie.
Si logré dar las vueltas de manivela para acercarlo a la costa, pero
aprovecho unos golpes de mar para refugiarse entre las piedras llegando a
cortar el multifilamento llevándose el Gudari 170 milímetros en color Real
Sardine.
La segunda picada parecía de récord personal hasta que pude apreciar
después de un duro combate en superficie, que se trataba de una buena robaliza
que venía con el señuelo totalmente atravesado entre la cabeza y cuerpo. Fue el
motivo de esa resistencia que ofrecía a mayores de las fuertes corrientes y
golpes de mar que había en ese escenario.
Quería llevarla a una zona cómoda
para varar este robalote porque el escenario era bastante elevado, en cambio
aprovechó las corrientes para atrincherarse. Al final logró que el hilo
trenzado se enredara entre las rocas y al querer alzarlo a pulso con la mano el
hilo se corto llevándose otro Gudari 170 milímetros en
color Aurora recién estrenado.
La tercera picada fue la que más
me ha molado, fue realmente graciosa jajaja. Las gafas polarizadas sabemos que
utilizándolas en la pesca resultan muy beneficiosas para nuestros ojos, sin
embargo en esta ocasión fue el motivo de apreciar como una buena lubina
perseguía al Mesías 140-S (Sinking) en color spanish Ayu hasta la misma orilla.
Ver esa persecución hizo adelantarme a la picada y así impedir que quedase bien
enganchada en los anzuelos triples del señuelo.
Reconozco que soy un pescador que
aseguro varar la captura con un porcentaje muy alto, ahora el 100% es imposible
y menos pescando en la costa Gallega.
Un
saludo y BUENA PESCA a todos