Rescatan el cuerpo del joven marinero del Tabar

                "En desgracias como esta, no siempre se encuentra el cuerpo"

Sobre la una menos cuarto de la tarde, la embarcación Salvamar Mirfak recato el cavader de Sergio Romay de 26 años de edad, era un tripulante del cerquero con base en Malpica (A Coruña) el Tabar, que se encontraba desaparecido desde la noche  del pasado día 5 de este mes, cuando el barco lo patroneaba su padre colisionó con el mercante de bandera Maltés Estesky , con lo que se hundio en la entrada del puerto de La Coruña.

El cuerpo se encontraba flotando en las inmediaciones de Os Pelamios en el tramo costero de Orillamar. Fue visto sobre las 12´10 horas del mediodía, por un Policía Local de A Coruña que estaba libre de servicio y se encontraba paseando por el paseo marítimo, fue el encargado de alertar a todos los dispositivos de rescate

y el Salvamar Mirfak el encargado del rescate.

A pesar del estado del cuerpo, se conoció la identidad del mismo porque aún vestía con la ropa de faena que llevaba el día del siniestro, además en uno de los bolsillos todavía tenía el carnet de conducir.

El cuerpo fue examinado por agentes de la Científica y Judicial de la Guardia Civil. Seguidamente fue trasladado a los túmulos del complejo hospitalario Universitario de A Coruña, donde se le practicará la autopsia.

Momentos del rescate del cuerpo del marinero desaparecido.

                          Declaración de un marinero del "Tabar"

              " Acabábamos de levantar la red y nos dirigíamos al puerto"

Efrain chana  de 27 años y natural del Perú es que narra como se produjo el abordaje: Ramón iba en el puente, de repente, y entre la espesa niebla, "ví como aparecía una montaña de barco Grité. 

Sergio corrió a proa, a puente avisar a su padre de que cambiase el timón a babor". Pero nada pudo evitar que el Estesky de 88 metros de eslora, 3.200 toneladas en sus bodegas y 8 nudos de velocidad golpease con el barco de madera el Tabar.

                              "Pensar en mi hijito, me dio empuje para vivir"

Me agarre a un mástil, el mercante nos arrastro unos 15 metros, hasta que inundo el barco y después se hundió. Me solté pero el duque me absorbió, me hundí con el, a unos 20 metros, cuenta Efrain " Trabaje con todas mis fuerzas para subir. Me reventaban los pulmones, pensé en mi hijito, de año y medio y en mi esposa que estaban en Perú.

Ya en la superficie vi a Ramón y a José  que tenía el chaleco salvavidas, no sabía nadar y estaba muy nervioso. Me agarraba y me arrastraba al fondo. Le amenace con pegarle y se tranquilizó. Le llevé hasta el corcho de la red y nos agarramos. Estaba muy cansado y la lancha de prácticos me rescató.

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