Llevábamos unos días en
los que el viento, mar y las algas entre aguas nos impiden salir a pescar.
Parece que ahora ha calmado y volvemos al pedrero para localizar a las
robalizas, pero siguen resistiéndose.
No ocurre lo mismo con
los "peces agujas" que se resisten en abandonar nuestras costas, el motivo es que
andan encima de cualquier pasto próximo a la costa y por experiencia puedo
decir “que las robalizas no suelen compartir escenarios con los voraces peces
agujas”
El vinilo Crazy Sand
eel 150 se pone a prueba otra vez con los peces agujas, los cuales resultan
difícil pescarlos con vinilo por la boca y en el caso del “Crazy sí ocurre”.
Esta pequeña lubina, pescada
al amanecer a alta velocidad desde una altura considerable, entró al señuelo
Mákina 160 color sardine de la marca YKR.
Las zarretas o abadejos también
hacen acto de presencia en alguna jornada, evitando el capote. No es que se
disfrute mucho en cuanto a lucha, pero si con las picadas en profundidad.
En una lance con el
Black Minnow 160 con cabeza shore de 30 gramos, sufrió un desgarro en su cola,
tal vez algún pez de roca fuese el culpable.
Una opción en colocar un segundo anzuelo en la cola del vinilo, para poder pescar ese tipos de especies o bien utilizar otros tamaños más pequeños.
Si hay alguna especie
en la zona a pescar, el "Black Minnow" que todos conocemos es capaz de sacar de
agua esa especie por muy rara que esta sea. La zarreta o abadejo entra a comer
mejor los vinilos en general que otro tipo de señuelos.
Habrá que seguir
insistiendo en los distintos pedreros en busca de la Reina de la costa “la
lubina” que es la culpable de convertir este deporte “en una pasión”.
VÍDEO
HD:
Un saludo y BUENA PESCA